“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Todas las cosas llegaron a existir por medio de Él, y fuera de Él ni siquiera una sola cosa que ha existido llegó a existir. En Él estaba la vida, y la vida era la Luz de la humanidad. Y la Luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la alcanzaron”. — Juan 1:1-5

Juan se llamó a sí mismo “el discípulo que Jesús amaba”. Cada evangelio fue escrito por un discípulo diferente y tiene una perspectiva única porque cada uno de ellos tuvo una relación única con Jesucristo. Venga a explorar el libro de Juan con otros hispanohablantes los sábados por la noche a las 6 p.m.